El pan payés o pa de pagès en catalán es uno de los panes más reconocidos y famosos de la gastronomía de España. De origen catalán, es uno de los cuatro panes del país calificado con Indicación Geográfica Protegida (IGP), un indicador de calidad que recoge y destaca los productos que provienen de un lugar específico.
El pan payés se realiza principalmente en Cataluña, Islas Baleares y Comunidad Valenciana y sus orígenes se remontan a siglos atrás. Su nombre “payés”, que significa “campesino” en catalán, hace referencia a cómo este pan era elaborado en sus inicios por los campesinos de las zonas rurales en los hornos comunales.
Las características más destacables de este especial pan son su tamaño redondeado y su gruesa y crujiente corteza, la cual permite que su miga se conserve mejor durante más tiempo.
Su forma y tamaño hacen que normalmente se corte y se coma en rebanadas. En Cataluña, por ejemplo, es muy habitual comerlo con tomate (pa amb tomàquet).
Otra de las peculiaridades del pan payés es que no necesita greñado. Es decir, no es necesario hacer cortes en la superficie de la masa antes de la cocción. En este caso, antes de hornear el pan, se le da la vuelta, de manera que los cierres de la hogaza que se forma queden arriba. Será por aquí por donde el pan greñe. Es por esto que, en algunos lugares, se le suele llamar “pan girado”.
Dicho todo esto, ¿Cómo podemos elaborar un pan payés casero? ¡atentos porque os traemos la receta! Y, lo que es mejor, ¡con masa madre de Levanova! Para que obtengáis el más sabroso y profesional de los resultados de este especial y rústico pan, ¡desde casa!
Echamos todos los ingredientes en un bol grande y mezclamos.
En el momento en el que todo esté más o menos integrado en una sola bola, empezamos a amasar sobre una superficie lisa, previamente enharinada, hasta conseguir una masa fina y homogénea.
Para tener un resultado más efectivo, podemos dejar descansar la masa 10 minutos a mitad del proceso y después volver a retomar el amasado.
Dejamos reposar la masa en un bol tapada con un trapo de cocina hasta que doble su volumen.
Una vez haya transcurrido el tiempo suficiente, retiramos la masa del bol, formamos una bola con ella, volvemos a cubrirla con un paño y la dejamos reposar otros 10 minutos.
Pasado este nuevo pequeño reposo, le damos a nuestra masa forma de hogaza. Seguidamente, la colocamos encima de una bandeja sobre un paño de lino bien enharinado y, además, cubrimos con otro paño.
Dejamos un nuevo reposo hasta que la masa vuelva a doblar su volumen. Cuando este reposo esté a punto de finalizar, podemos ir calentando el horno a 200ºC.
Una vez que la masa haya doblado su volumen, procederemos al horneado. Para ello, colocamos la hogaza sobre papel de cocción en la bandeja del horno. Al realizar este paso y colocar la pieza, es importante voltearla, de modo que la parte que estaba abajo durante el reposo quede ahora arriba.
Bajamos la temperatura del horno a 165ºC y cocemos durante unos 40 minutos hasta obtener un pan bien dorada y crujiente.
Después, podremos sacar la hogaza del horno y, una vez se haya enfriado, ¡estará lista para poder comenzar a disfrutarlo! Esperamos que disfrutes de esta receta de Pan de Payés con Masa Madre.
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