Te invitamos a hacer un buen viaje culinario a través de la receta de uno de los panes más sabrosos y nutritivos del mundo: el pan alemán. Color oscuro, miga húmeda, sabor intenso y toques ácidos ¿Estás preparado? ¡El pan alemán es muy diferente a los panes blancos a los que estamos acostumbrados!
Todo comienza en los ingredientes. La mayoría de los panes alemanes contienen una mezcla de harina de centeno y harina de trigo, así como masa madre. La harina de centeno es la responsable del color más oscuro y el sabor tan auténtico, la harina de trigo facilita la panificación de la masa y la masa madre refuerza los aromas.
Pero espera, ¡eso no es todo! La magia del pan alemán va más allá de su sabor inigualable. Este pan también está lleno de propiedades nutritivas que lo hacen una elección inteligente para aquellos que buscan una opción más saludable. Pues, sin duda, el centeno es una fuente rica en fibra, minerales y vitaminas.
Así que, ¿estás listo para amasar, hornear y disfrutar de un pan alemán? ¡Acompáñanos en esta travesía culinaria con las manos en la masa!
En primer lugar, echamos en un bol los distintos tipos de harina, añadimos el agua caliente, mezclamos y dejamos reposar alrededor de 5 minutos. Una vez transcurridos, agregamos el resto de ingredientes (sal, levadura fresca y masa madre de Levanova) y mezclamos de nuevo hasta que todos los ingredientes se integren.
Amasamos hasta obtener una masa fina y homogénea. Dado que esta masa es bastante pegajosa y semi líquida, la dejaremos reposar 15 minutos dentro del mismo bol de amasado.
Mientras la masa reposa, cogemos dos moldes de “plum cake”, de unos 20 cm de largo, y los engrasamos bien por las paredes y por el fondo. Podemos usar cualquier opción que ayude a que nuestra masa no se pegue, como aceite de girasol, mantequilla fundida o desmoldeante.
Una vez hecho esto, cogemos nuestra masa y la dividimos en dos partes iguales. Después, depositamos cada parte dentro de un molde de modo que queden llenos hasta la mitad y dejamos reposar durante unos 30 minutos tapados con un trapo de cocina.
Colocamos harina o semillas en la superficie de las piezas a modo de decoración. ¡Y llego el momento de hornear! Ponemos los moldes en la bandeja de horno previamente precalentado a 220ºC, bajamos la temperatura a 170ºC y cocemos sin vapor durante unos 45 minutos.
Por último, los dejamos enfriar y desmoldamos. Y ahora sí que sí, ¡nuestro pan alemán casero estará listo para consumir!