¿Quieres sentirte como un auténtico británico a la hora del té? Entonces prueba a hacer estos English muffins. Un panecillos suaves y esponjosos, con una corteza ligeramente crujiente que se abre para revelar un interior irresistible.
Los English muffins son ideales para un brunch, ese momento especial en el que el desayuno y el almuerzo se encuentran. Puedes disfrutarlos dulces, con mermelada o miel, o salados, con aguacate, huevo poché o salmón ahumado. Son tan versátiles que se adaptan a todos los gustos.
Además, hacer English muffins es muy fácil. Lo mejor de todo es que no necesitas horno ni técnicas complicadas: con nuestra levadura y masa madre, unos pocos ingredientes básicos y una sartén, tendrás en tus manos unos esponjosos y deliciosos panecillos. ¿Te animas a probarlos? Una vez que lo hagas, ¡te volverás adicto a estos deliciosos panecillos!
Para comenzar, reunimos todos los ingredientes en un bol grande. Ahí agregamos 300 gr de harina de trigo, 120 gr de agua y 10 gr de aceite de girasol. Mezclamos con cuidado, asegurándonos de integrar bien todos los ingredientes. A continuación, incorporamos 15 gr de levadura fresca Levanova y un sobre de masa madre Levanova. Volvemos a mezclar, distribuyendo bien la levadura para que toda la masa se impregne y comience su proceso de fermentación.
Pasamos al amasado, disfrutando de cómo la masa va tomando cuerpo y forma. Una vez esté homogénea, dejamos que repose unos 10 minutos. Repetimos este proceso de amasado hasta que obtengamos una masa fina, suave y llena de elasticidad. Tras el segundo amasado, la transferimos a un bol ligeramente aceitado, donde descansará 15 minutos adicionales, ganando volumen y una textura delicada.
Cuando la masa haya reposado, la llevamos a la encimera previamente espolvoreada con un poco de harina para evitar que se pegue. La estiramos con cuidado en forma rectangular que tenga un grosor de aproximadamente 1 centímetro. Este paso es clave para obtener muffins bien formados y de buen tamaño.
Con un cortapastas, cortamos discos de masa, que dejamos reposar 15 minutos más. Este tiempo es esencial para que la masa tome aire y logre la textura esponjosa característica de los English muffins.
Calentamos una sartén a fuego medio, asegurándonos de que esté bien caliente. Colocamos los muffins en la sartén, cocinándolos durante 7 minutos por cada lado. Poco a poco, los muffins adquieren ese color dorado característico y la textura suave por dentro y crujiente por fuera. Retiramos del fuego y dejamos que se enfríen un poco más.
Si no los consumimos de inmediato, envolvemos los muffins en un paño para mantener su frescura y evitar que se resequen. Estos English muffins caseros son ¡perfectos para un desayuno o merienda inolvidable!