Imagina un pan tierno y crujiente, adornado con verduras frescas que estallan en colores vivos y sabores intensos. Eso es la focaccia, un clásico de la cocina italiana que invita no solo a comer, sino a disfrutar y a compartirla en buena compañía. Originaria de la antigua Roma, donde se conocía como “panis focacius”, este pan se preparaba en las brasas del fuego, lo que le daba un sabor único y diferente al resto de panes.
Su crujido dorado de la corteza, contrasta con la suavidad de su interior esponjoso. Cada bocado de cebolla caramelizada, tomates jugosos, pimientos y aceitunas hace que esta receta no solo sea una oportunidad para deleitarse comiendo, sino también para disfrutar del proceso de cocinar. Es un momento para experimentar con los sabores y texturas.
Hacer focaccia casera es una experiencia profundamente satisfactoria. Disfruta cada paso, desde el primer mezclado hasta el último bocado, y deja que este pan plano, aromático y lleno de sabor, te transporte a Italia con cada mordisco. ¿Preparado? ¡Manos a la masa!
Mezcla bien todos los ingredientes para hacer la masa en un bol y deja reposar 10 minutos. Después, engrasa la encimera y vuelve a amasar. Deja reposar, otra vez, durante 30 minutos.
Cuando finalice el reposo, engrásate las manos y da forma de barrote a la masa. Prepara la bandeja de horno con papel vegetal por encima, engrásalo un poco y coloca el barrote. Estira un poco y déjalo reposar durante 10 minutos.
Echa aceite por encima y estira la masa clavando los dedos hasta que ocupe toda la bandeja. No te preocupes por las marcas de tus dedos, es lo más característico de la focaccia. Después, deja fermentar hasta que doble su volumen.
Mientras fermenta, aprovecha para preparar las verduras. Corta el calabacín y la patata en rodajas finas, la zanahoria en tiras, la cebolla en juliana y los cherry y las aceitunas por la mitad.
Coloca las verduras y añade la sal gorda y el orégano antes de hornear. Mete la focaccia una vez se haya precalentado el horno a 250ºC. Deja hornear a 230ºC hasta que la superficie esté dorada, aproximadamente unos 15 minutos.
Esta es una de las miles de variedades de focaccia que puedes preparar. Deja que tu creatividad encuentre la combinación de sabores que más te guste.
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