La levadura es uno de los ingredientes más antiguos utilizados en la cocina, y a día de hoy, sigue desempeñando un papel fundamental en diversos aspectos de nuestra vida.
¿Quieres conocer los distintos usos que se le da a este mágico ingrediente? ¡Sigue leyendo!
El uso más popular de la levadura está en la panadería, y es que el pan sigue siendo un alimento universal. En Europa, la levadura es el ingrediente clave en la elaboración de panes de corteza crujiente y miga aireada, como la baguette francesa o la focaccia italiana. Estos panes son emblemáticos no solo por su sabor y textura, sino también por su importancia cultural en las dietas locales.
En Oriente Medio, se utiliza para hacer panes planos como el pita, que se infla rápidamente en el horno debido a la rápida producción de gas de la levadura. Este efecto visual y textural es central en la preparación de acompañamientos para dips y guisos. En Asia, la levadura suele estar presente en bollitos cocinados al vapor, como los baos, que son bollitos suaves y esponjosos, amados tanto por su delicadeza como por su versatilidad en rellenos dulces y salados.
En Europa del Norte y Este, la levadura es esencial para la preparación de pasteles y dulces, como el Stollen alemán, el babka polaco o los rollitos de canela escandinavos. Todos ellos combinan una textura aireada gracias a la levadura, con ricos sabores aportados por ingredientes como mantequilla, canela o frutos secos. La levadura no solo permite que estas delicias crezcan en tamaño, sino que también les confiere una textura particular que no podría lograrse con otros agentes leudantes.
Más allá de la panadería y la repostería, la levadura juega un papel crucial en otros mercados como el de la producción de bebidas alcohólicas.
Por ejemplo, en la elaboración de vino se utilizan cepas específicas de levaduras que aportan a los caldos unas características únicas y especiales. Las levaduras son capaces de revelar sabores característicos (por ejemplo, el toque de plátano tan apreciado en los vinos de Beaujolais) y también de mejorar el sabor de ciertas variedades de uva (Chardonnay, Cabernet Sauvignon, etc.).
En la elaboración de cerveza, la levadura juega un importante papel en los aromas, por lo que, con frecuencia, es el ingrediente secreto del productor. Dependiendo de las temperaturas que se utilicen en la fermentación, la misma levadura puede producir distintos sabores.
El uso de la levadura no solo se limita a la fermentación de panes y bebidas. En Corea, por ejemplo, la levadura es utilizada para elaborar kimchi, una col fermentada y picante, fundamental en la gastronomía coreana.
Además, la levadura tiene un alto contenido en minerales, vitaminas y aminoácidos, por lo que también contribuye a la nutrición humana, animal y vegetal. Por ejemplo, algunas levaduras, seleccionadas por sus valores nutritivos, pueden ser ideales en las dietas vegetarianas, servir para compensar alguna deficiencia nutricional o contribuir a mejorar el cabello, las uñas o la piel.
Ahora que ya conoces los diferentes usos que se le da a la levadura en las distintas partes del mundo nos gustaría saber, ¿Qué usos le das tú?