¡Qué bonita es Roma! Vayas donde vayas siempre hay algo maravilloso. Para los ratos de turismo, la ciudad eterna tiene cientos de monumentos, museos y lugares especiales que nos harán sentir la historia y el arte muy cerca, y para los ratos de descanso, una gastronomía envidiable.
Y es que, a pesar de que en la mayor parte de los casos está hecha a partir de ingredientes muy sencillos, nadie duda que la cocina romana es una de las más deliciosas. Internacionalmente conocidos son sus spaguetti a la carbonara, los gnocchis alla romana y sus “gelatos”. Sin embargo, la gastronomía romana también cuenta con otros muchos platos, menos populares, pero igual de deliciosos. Es el caso de la receta que traemos hoy, el maritozzo con panna. Este dulce, uno de los más exquisitos de la repostería romana, está formado por un bollo esponjoso, parecido al brioche y muy aromático, relleno de nata fresca. Se trata de una receta con una larga tradición en Roma. De hecho, la historia cuenta que era el marido (de ahí proviene la palabra marito), quien, en las bodas, ofrecía a su futura mujer este dulce con un regalo en el interior. Hoy en día, estos dulces, que se caracterizan por tener una textura suave y esponjosa, se disfrutan en cualquier momento del año. Tradicionalmente, suele comerse en el desayuno, acompañado de un delicioso café italiano, o después de la comida o la cena, como postre.
Es normal que después de leer todo esto sobre el maritozzo con panna no quieras esperar a viajar a Roma para probarlo, así que aquí te dejamos la receta que @lareposteriadeMiguel ha hecho para Levanova.
Miguel Hinojosa es la persona que se encuentra detrás de este @lareposteriadeMiguel. Comenzó su andadura en internet en abril de 2011 y, desde entonces, no ha parado. Su objetivo era recopilar todas las recetas tradicionales que su padre llevaba preparando de toda la vida. A día de hoy, cuenta con más de setenta y siete mil seguidores en Instagram que siguen fielmente sus pasos en la cocina. Además de las recetas de su padre, ha ido incorporando nuevas elaboraciones procedentes de diversas culturas y lugares. Entre ellas, se encuentra la del maritozzo con panna.
¡Vamos a prepararla!
Para la masa:
Para el relleno:
Comenzamos echando en un bol todos los ingredientes y mezclándolos muy bien.
Con la ayuda de un robot de cocina (si tenemos), amasamos durante 15 minutos hasta obtener una masa suave, elástica y algo pegajosa.
A continuación, damos forma de bola a la masa y la colocamos en un bol previamente engrasado. Lo tapamos con papel transparente y dejamos reposar en el frigorífico durante unas 8-10 horas.
Retiramos la masa del frigorífico y volvemos a amasar ligeramente, sobre la encimera previamente enharinada, durante unos minutos. Después, dividimos la masa en porciones de unos 60 gr aproximadamente.
Boleamos las porciones de masa y las colocamos sobre la bandeja del horno, forrada previamente con papel de horno. Es importante dejar suficiente espacio entre ellas ya que las dejaremos reposar hasta que doblen su tamaño (una o dos horas).
Pasado el tiempo de reposo, batimos la clara de huevo y pincelamos los bollos. Después, con el horno precalentado a 170ºC, horneamos durante 18-20 minutos o hasta que estén dorados.
Mientras tanto, preparamos el almíbar. Para ello, ponemos el agua en un cazo a fuego medio. Añadimos el azúcar y removemos, sin dejar de mezclar, hasta unos minutos después de que rompa a hervir.
Cuando haya finalizado el horneado, pincelamos los maritozzo con el almíbar y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Montamos la nata con el azúcar. Después, cortamos los maritozzo con un cuchillo, sin llegar a abrirlos por completo, y rellenamos con la nata. Para terminar, espolvoreamos el azúcar glas sobre los panecillos y, ¡a comer!