De origen italiano, no es casualidad que haya dado la vuelta al mundo entero. La pizza es ese plato que gusta a todos, de crujiente textura, su versatilidad la convierten en una delicia para todos los paladares, pues ofrece una cantidad insaciable de combinaciones. Eso sí, es esencial que la masa esté bien elaborada y cocinada. Por ello, desde Levanova, te traemos esta receta tan esencial, fácil y sencilla de la masa de pizza, para que aprendas a realizarla de forma casera, y sorprendas a toda tu familia y amigos.
Echamos en un bol grande la harina y desmenuzamos sobre ella la levadura fresca Levanova con los dedos. A continuación, añadimos la sal, el aceite y el agua tibia, incorporándola lentamente. Para que el agua tenga la temperatura adecuada, hay que calentarla durante unos segundos en el microondas o en un cazo y comprobar la temperatura con el dedo. Lo ideal es que, cuando lo introduzcamos, no sintamos ni frio ni calor.
Mezclamos todos los ingredientes en el mismo bol hasta que queden completamente integrados.
Una vez que todos los ingredientes estén integrados en una bola de masa, echamos un poco de harina sobre la encimera u alguna otra superficie lisa que nos lo permita, y pasamos a trabajarla sobre ella. A no ser que cuentes con una amasadora, deberás realizar este proceso con tus propias manos durante un tiempo estimado de 5 minutos.
En el caso de que la masa esté muy pegajosa y cueste trabajarla, puedes dejarla reposar entre 5 o 10 minutos para que se asiente y se pueda trabajar después más fácilmente.
Si nunca has amasado y quieres aprender a realizar bien este proceso, ¡no te pierdas este breve video!
Cuando finalizamos el proceso de amasado y tenemos una masa lisa y homogénea, es el momento de dejarla reposar. Para ello, hacemos con ella una bola, volvemos a meterla en el bol y la tapamos con un papel film o con un trapo de cocina. Debe reposar un tiempo aproximado de entre 45 minutos- 1 hora, hasta que doble su tamaño.
Finalizado el tiempo de reposo, colocamos nuestra masa sobre papel de horno y, con ayuda de un rodillo, la aplastamos y estiramos hasta dejarle un grosor lo más fino posible. En este momento puedes elegir si hacer una forma rectangular o más bien redonda.
En el caso de que no cuentes con un rodillo en casa, puedes utilizar algún bote o botella de cristal que tenga la superficie lisa, solo tendrás que echar un poco de harina sobre la masa para que no se pegue.
Una vez hecho esto, ponemos ya la pizza sobre la bandeja del horno. En este momento tu masa estará lista para personalizar con tus ingredientes preferidos o, simplemente, aquellos que más te apetezcan en ese momento. Los básicos son: salsa de tomate, queso rallado (generalmente de mozzarella, aunque puede ser de muchos tipos) y orégano, que puedes añadir sobre el tomate, o una vez la pizza salga del horno, para darle más sabor. Si solo añades estos tres ingredientes sería una pizza “Margarita”.
Sin embargo, si algo caracteriza a este plato es su versatilidad, por ello, ¡te invitamos a dejar volar tu imaginación! Si no se te ocurre nada especial, no te preocupes, desde Levanova tenemos muchas ideas para ti, ¡no te las pierdas!
Habiendo precalentado el horno unos 10 minutos antes a 220 Cº, metemos nuestra pizza y horneamos durante unos unos 20 minutos.
Pasado este tiempo, saca tu pizza del horno y… ¡lista para disfrutar!
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