Pizza Casera de Pollo: el plan perfecto para los amantes de la buena masa
Imagina a toda la familia reunida un viernes por la noche, entre risas y buen ambiente, con la visión de un fin de semana entero por delante y compartiendo una pizza hecha por vosotros.
Si esto te parece apetecible, entonces guárdate esta receta. Hoy te traemos una pizza casera de pollo. La masa está elaborada con nuestra levadura fresca y nuestra masa madre lista para usar, para conseguir una textura crujiente por fuera y esponjosa por dentro.
Saca tu delantal, pon tu música favorita y prepárate para convertir tu cocina en una auténtica pizzería artesanal.
Comenzamos mezclando en un bol todos los ingredientes. Dejamos reposar la mezcla durante 10 minutos, para que los sabores se integren a la perfección.
Seguimos amasando la masa, intercalando breves descansos de 10 minutos, hasta conseguir una textura fina y homogénea. Después, la dejamos reposar durante 20 minutos más.
Tras este descanso, es el momento de dividir la masa en dos piezas iguales y bolearlas. Las tapamos con un paño húmedo y las volvemos a dejar reposar 15 minutos.
Comenzamos a darles forma para después dejarlas reposar otros 20 minutos sobre la bandeja de horno con papel de cocción. Mientras tanto, precalentamos el horno a 270°C. Si tenéis piedra de hornear, no dudéis en utilizarla.
A continuación, es hora de decorar nuestras pizzas con los deliciosos ingredientes: tomate, la mozzarella, el pollo, la cebolla, las aceitunas, las tiras de pimiento y el orégano.
Con cuidado, introducimos las pizzas de una en una sobre la piedra caliente. En tan solo 7 minutos, ya podremos ver unos bordes dorados y crujientes.
Dejamos enfriar sobre rejillas y ¡listas para compartir en familia!
¿El resultado? Un momento de los buenos, rodeados de los tuyos, abriendo las puertas a un fin de semana lleno de posibilidades y saboreando una pizza llena de aromas y sabores. ¡Así de fácil con Levanova!