La pizza es uno de los platos más universales del mundo. Nos encanta disfrutarla tanto en casa como en restaurantes, pues es una gran delicia para la mayoría de los paladares. Además, a diferencia de otros placeres, se encuentra al alcance de todos.
Con la masa más fina, más gorda, más crujiente o menos crujiente… ¡hay pizzas para todos los gustos! Una de las mayores ventajas de hacerlas en casa es precisamente esa, ¡que puedes prepararlas como más os gusten!
Además de darle la forma que prefieras a la masa, puedes aderezarla con los ingredientes que más te gusten. Por ello, hoy os traemos una propuesta que, sin duda, encantará a todos aquellos amantes del queso… ¡la famosa pizza cuatro quesos! ¿Queréis saber por qué quesos nos hemos decantado? ¡Atentos!
Como hemos hecho en otras ocasiones con recetas de pizza, os dejamos una cantidad de ingredientes para la masa que os permitirá hacer varias pizzas. Más o menos, 3 pizzas medianas o 6 pequeñas. De este modo, podéis hacerlas con diferentes ingredientes o congelar masa para hacerlas en otro momento:
En el caso de los ingredientes para aderezar la pizza, no especificamos las cantidades porque dependen tanto del tamaño y del número de las pizzas que se quieran preparar, como de los gustos personales.
Mezclamos todos los ingredientes para hacer la masa en un bol grande. En primer lugar, añadimos la harina y la sal, desmenuzamos la levadura fresca, incorporamos el aceite y el agua tibia y mezclamos.
Volcamos nuestra masa sobre la encimera y amasamos hasta que consigamos una masa fina y homogénea.
Metemos nuestra masa en un bol grande, tapamos con un trapo de cocina o papel film y la dejamos reposar durante un tiempo aproximado de una hora, hasta que doble su tamaño.
Transcurrido este tiempo de reposo, cortamos tantas piezas como pizzas queramos hacer. Después, las boleamos para darle forma esférica. Además, si quieres que la masa quede especialmente esponjosa y alveolada (como la de nuestra imagen) puedes dejar reposar de nuevo la masa, hasta que vuelva a doblar su volumen.
Seguidamente, aplastamos nuestras piezas esféricas, formando círculos con los bordes exteriores ligeramente más altos. Una vez lleguemos a este punto, nuestras pizzas estarán listas para aderezar.
Encendemos el horno a 230ºC y, mientras coge temperatura, vamos poniendo nuestros ingredientes sobre la masa.
En primer lugar, cubrimos la base con salsa de tomate. Puedes extenderlo con ayuda de la parte posterior de una cuchara. Después, espolvoreamos un poco de orégano y repartimos el queso mozzarella rallado por toda la base. Seguidamente, añadimos el resto de quesos repartiéndolos al gusto
En último lugar, cocemos nuestras pizzas a 230ºC durante un tiempo aproximado de entre 5 y 8 minutos, dependiendo de la potencia del horno y de nuestro gusto personal. Una vez la saquemos del horno y se haya enfriado… ¡lista para disfrutar!