La receta que os traemos hoy es altamente beneficiosa y estamos seguros de que será el alimento que triunfe en la mesa cada vez que lo hagas.
Cada vez son más los tipos de panes que existen, pero, sin duda, uno de los más populares hoy en día es el pan rústico de espelta. Por eso, queremos que aprendas a hacerlo de forma casera, para que así no solo disfrutes de su sabor, sino también de toda la experiencia de hacerlo en tu propia cocina. Además, ¡es súper sencillo de preparar!
¿Conocías la espelta?
La espelta, también conocida como escanda, ha sido parte de nuestra historia durante mucho tiempo, formando parte del grupo denominado como “granos antiguos”. Inicialmente fue utilizada en la elaboración de cerveza. El pan hecho con espelta era reservado para las clases más privilegiadas debido a su agradable sabor y textura. Con el tiempo, su producción disminuyó en favor de otras variedades de trigo de mayor rendimiento.
Sin embargo, en la actualidad, la espelta ha resurgido como un cereal valorado por sus propiedades. Algunas de estas propiedades son: su alto contenido de nutrientes (fósforo, magnesio, zinc y hierro, vitamina B2…) su digestibilidad y su regulación del azúcar en sangre.
Desde Levanova, os queremos enseñar esta receta fácil y rápida para que puedas crear desde casa un crujiente y exquisito pan rústico de espelta con el que tus comensales lucharán por el último trozo.
Lo primero que debes hacer es mezclar todos los ingredientes en un bol. Añade la harina de espelta integral, la harina de espelta blanca y la sal. Desmenuza la levadura fresca de Levanova, incorpórala a la mezcla junto con el agua y la miel y mezcla bien.
Es momento de amasar bien la masa sobre una superficie lisa, como una encimera, hasta que tengas una masa homogénea. Deja reposar la masa durante unos 10 minutos y luego vuelve a amasarla procurando obtener una masa fina.
Deja reposar la masa 30 minutos. Pasado este tiempo, divide la masa con ayuda de un cuchillo en dos piezas iguales y déjala reposar otros 10 minutos con un trapo encima.
A continuación, forma dos barrotes bien apretados y colócalos encima de una bandeja de horno con papel de cocción. Deja fermentar la masa hasta que doble su volumen. Después, enharina la superficie de los dos barrotes y libera tu creatividad. Haz varios cortes en la superficie, bien en forma de rombo, con forma de espiga, etc.
En la base del horno mete un recipiente metálico. Después, enciende el horno y precalienta hasta que alcance los 250ºC.
Una vez precalentado, mete la masa en el horno y pon dos cubitos de hielo en el recipiente metálico para que generen vapor durante la cocción. Hornea durante unos 40 minutos a 200ºC.
Cuando el pan esté horneado, deja que se enfríe para disfrutar del que probablemente sea tu paso favorito… ¡probarlo!
Este pan rústico es ideal para acompañar nuestras comidas y aportarlas más nutrientes. ¿Te animas a hacerlo?
¡Descubre muchas más recetas como esta en nuestra sección de pan casero del blog!