El kéfir es una bebida de leche fermentada, parecida al yogur líquido. Se trata de uno de los productos lácteos y probióticos más antiguos que se conocen.
Su origen se sitúa en el Cáucaso, aunque hoy en día está extendido por todo el mundo. Es conocido por los numerosos beneficios que presenta, especialmente para el sistema digestivo e inmunológico. De hecho, su nombre proviene de la palabra turca keyif, que significa “sentirse bien”.
Por su parte, la avena es uno de los ingredientes que más se han popularizado en los últimos años gracias a los beneficios nutricionales que se le asignan.
La combinación de estos dos ingredientes nos ha permitido traeros este pan con kéfir y avena, de sabor suave con toques lácticos, una miga tierna y una corteza con una textura muy diferente a la habitual.
Es ideal para acompañar con cualquier relleno o comida, aunque queda especialmente bien tostado y acompañado de ahumados.
¡Atentos a la receta que os traemos que además está disponible también en video!
Echamos todos los ingredientes en un bol, removemos y dejamos que la mezcla repose durante 5 minutos.
Amasamos. Dejamos reposar otros 5 minutos para facilitar el proceso y volvemos a amasar hasta obtener una masa fina y homogénea.
Metemos la masa dentro de un blog, la tapamos y la dejamos reposar hasta que doble su volumen.
Una vez que observemos que la masa ha aumentado de volumen, la sacamos del bol y la cortamos en 4 piezas iguales.
Seguidamente, boleamos las piezas y las dejamos reposar de nuevo otros 10 minutos.
Pasados esos minutos damos forma a cada pieza, dependiendo de nuestras preferencias, bien a modo de hogaza o de barrote. Después, humedecemos la superficie o pulverizamos con agua y rebozamos con copos de avena.
Colocamos las piezas sobre la bandeja del horno con suficiente espacio entre ellas para evitar que se peguen cuando aumenten su tamaño en el último reposo. Volvemos a taparlas y las dejamos fermentar hasta que doblen de nuevo su volumen.
Mientras tanto, colocamos un recipiente metálico en la parte baja del horno y lo encendemos a 200ºC para que se vaya calentando.
Una vez que esté caliente, bajamos la temperatura a 175ºC, colocamos un par de hielos en el recipiente metálico para generar vapor y metemos nuestros panes.
Por último, transcurridos unos 25 minutos, retiramos los panes del horno, esperamos que se enfríen y… ¡a disfrutarlos!
¿Qué os ha parecido esta receta de pan con kéfir y avena? Sin duda, es una receta ideal para animarse a meter las manos en la masa ya que no presenta ninguna dificultad y el resultado es espectacular.
Aparte, sin duda, os encantará disfrutar de estos panes en la mejor compañía y cualquier contexto. Si os animáis a realizarlos, no dudéis en compartir con nosotros vuestras imágenes a través de nuestras redes sociales @levanova_levadura en Instagram y @levanovalevadura en Facebook. ¡Nos encantará ver cómo os han quedado!