El pan es un producto tremendamente sencillo, y por ello, resulta increíble ver cómo, a partir de una simple mezcla de harina, agua, sal y levadura, se han creado tantas versiones distintas. Podemos observar esta gran diversidad si echamos un vistazo fuera de nuestras fronteras, por ejemplo, repasando los panes más conocidos de Europa. Sin embargo, no hace falta irse tan lejos. En nuestro país también encontramos muchas variedades de pan, cada una con su historia propia.
Está claro que el pan nos encanta, y es que en España somos muy “paneros”. Allá donde vayamos, de norte a sur, podemos encontrar panes típicos de la zona, realizados por panaderos artesanos y que tienen sabores y texturas espectaculares. Incluso, tenemos cuatro panes con el sello de Indicación Geográfica Protegida (IGP). Esto quiere decir que son panes con origen local, reconocidos por alguna característica única y atribuible a una zona concreta.
En este caso, aunque podríamos hablar de muchísimos más, hemos seleccionado cinco de los panes más famosos de la gastronomía española.
La hogaza es un formato de pan que, por lo general, triunfa en nuestro país. De hecho, ¡es una de las formas preferidas de los panaderos caseros!
Una hogaza es un pan de tamaño normalmente grande. Aunque las hay más rectangulares o irregulares, cuando pensamos en una hogaza, se nos viene a la mente un pan redondo.
Las hogazas tienen una corteza crujiente, tostada e, incluso, un poco gruesa. Por su parte, la miga es muy alveolada y esponjosa. Son precisamente estas características las que las han convertido en uno de los panes preferidos de España.
Tal es su fama, especialmente en zonas rurales, que hay hogazas protegidas con el sello IGP, como el pan de Pagés, el de Alfacar o el pan de Cruz manchego.
¿Os han entrado ganas de hacer una hogaza casera? Entonces no os podéis perder esta receta que además lleva masa madre.
El pan payés es un tipo de hogaza concreto. Se trata de uno de los panes más característicos de España. Protegido por el sello de IGP, procede concretamente de la gastronomía catalana.
Este pan de payés, de pagès en catalán, también es llamado pan rústico, pa rústic en catalán, o pan de pueblo, pan de poble.
Para que sea un verdadero pan payés, como los que poseen la certificación, debe estar elaborado siguiendo el método artesanal de las zonas rurales. En cualquier caso, si os apetece probar a realizar este especial pan en casa, no os perdáis esta receta. ¡Os encantará su crujiente corteza!
La espectacular rosca gallega es otro de los panes más famosos y característicos de España. No solo por su forma, sino por la composición de su masa, que contiene una mezcla de harina de trigo y de centeno.
Este peculiar pan tuvo su origen en Arzúa, población perteneciente a la provincia de A Coruña y muy colindante con Lugo. Pero muy pronto se extendió por todo Galicia.
Probablemente ya habréis probado las roscas gallegas, aunque haya sido en algún viaje. Pero, ¿y si la hacéis vosotros mismos?
Es un pan perfecto para luciros en casa, sencillo, con pocos ingredientes pero muy rico. ¡Animaos con esta receta!
Como su propio nombre indica, las tortas de aceite son un tipo de pan con forma plana y redonda y aceite de oliva en la masa.
Se trata de un pan muy suave y rico. Tanto, que se hace apetecible para compartir con cualquier comida o disfrutar en bocadillos.
Esta torta de aceite es muy típica en Castilla y León y sobre todo en Burgos, donde se suele degustar acompañando un buen lechazo.
Todo un clásico andaluz que también ha logrado repartirse por toda la geografía española. No es de extrañar, pues sus características los convierten en un tipo de pan de lo más apetecible.
Los molletes de pan son redondos, planos y “mullidos”. Es decir, muy blandos y esponjosos. Es por ello por lo que, precisamente en Andalucía, también se refieren a ellos como “muelles”.
Están increíbles. Si no lo has hecho aún, pruébalos tostados y con tomate en el desayuno, ¡deliciosos!. La receta es muy sencilla, así que ¡a por ellos!