En primer lugar, infusionamos el cardamomo en los 250 grs de agua. Para ello, hervimos el agua, la retiramos del fuego, añadimos la especia y la dejamos actuar unos minutos para que suelte su aroma. Después, colamos el agua y la dejamos enfriar.
Mezclamos en un bol grande todos los ingredientes menos la mantequilla.
En el momento en el que se hayan integrado todos los ingredientes, pasamos a amasar sobre una superficie plana hasta que consigamos una masa fina y homogénea. Entonces, añadimos la mantequilla y volvemos a amasar.
Para facilitar este proceso, es recomendable espolvorear antes un poco de harina sobre encimera o mesa donde vayamos a amasar.
Hacemos una bola con nuestra masa, la metemos en un bol grande, la tapamos con un trapo de cocina o papel film y la dejamos reposar hasta que doble su tamaño. El tiempo aproximado de reposo es de una hora.
Sacamos nuestra masa del bol y la cortamos en pequeñas piezas de unos 60 grs cada una. Seguidamente, formamos barritas con ellas.
Dejamos reposar las barritas unos 5 minutos. Pasado este tiempo, las estiramos y las colocamos formando una ‘S’ sobre la bandeja del horno con papel para hornear. Debemos ponerlas bien separadas entre ellas, pues van a volver a aumentar su volumen.
Volvemos a tapar nuestras piezas con un paño de cocina sobre la misma bandeja del horno y las dejamos reposar de nuevo una hora, hasta que, como adelantábamos, vuelvan a doblar su tamaño.
Pasado este tiempo, las pintamos con huevo batido y colocamos pasas en sus puntas. Para ello, previamente tendremos que haber dejado reposar las pasas en agua, para que se hidraten y evitar así que se quemen durante el horneado.
Por otro lado, al tratarse de piezas con forma de ‘S’ las puntas donde colocaremos las pasas deberán estar mirando hacia dentro (fíjate en la foto).
Finalmente, con el horno previamente calentado a unos 190ºC, horneamos nuestros bollos de Santa Lucía hasta que estén bien dorados. El tiempo de cocción depende mucho del horno, por lo que deberemos estar pendientes para sacarlos a tiempo.
Una vez se hayan enfriado, ¡listos para disfrutar!