El bollo suizo es un clásico. Una de esas recetas de toda la vida que, aun siendo muy simple, enamora a todo el que la prueba. A pesar de lo que nos puede sugerir su nombre, el bollo suizo es un dulce típico de Madrid que debe su nombre al ya desaparecido Café Suizo, lugar donde se hicieron muy populares.
Su masa es muy similar al pan de leche o los briochesy su elaboración es ideal si te estás iniciando en el mundo repostero ya que probablemente es una de las recetas más fáciles en el mundo de las masas dulces.
Así que ya sabes, ricos y fáciles de hacer, ¿a qué esperas para elaborar esta receta de bollos suizos? Sigue leyendo mientras imaginas cómo va a ser ese momento de servirlos y de ¡saborearlos!
Paso 1: Mezcla todos los ingredientes menos la mantequilla (y el huevo para pincelar, – claro-) en un bol grande. Una vez que se hayan integrado, ¡es el momento de amasar!
Paso 2: Cuando la masa sea homogénea, añade la mantequilla y amasa de nuevo. Deja que repose 15 minutos.
Paso 3: Divide la masa en piezas de unos 50gr y boléalas. Deja que reposen unos 15 minutos y forma pequeñas barritas.
Paso 4: Coloca las barritas sobre papel de cocción en la bandeja del horno. No las pegues mucho, pues toca dejar que reposen hasta que doblen su tamaño.
Paso 5: Píntalas con el huevo batido que habías reservado. Haz un corte longitudinal y coloca azúcar en grano por encima, ¡para darles ese toque irresistible!
Paso 6: Con el horno previamente precalentado a 200ºC, hornea a 175ºC durante unos 12 minutos.
Fácil, ¿verdad? Pues, una vez estén fríos, corre a hincarles el diente porque, ¡van a volar! Además, no guardes muy lejos esta receta, porque es de esas que, muy seguro, van a pedirte 😉 ¿Con qué panadero casero vas a compartirla?