El brioche es una de las estrellas de la repostería francesa. Su dulzor y esponjosidad hacen de él un auténtico placer a la hora de disfrutarlo, pero también de prepararlo. Sólo por el aroma que impregnará toda la cocina y la cara de felicidad de aquellos a los que invites a probarlo vale la pena ponerse manos a la obra. Por ello, os traemos una sencilla receta de brioche, que a diferencia de otras, además de nuestra levadura fresca Levanova, tiene masa madre.
Así, podréis degustar los panecillos de brioche en cualquier momento y sin estar en Francia. Además, ¡os traemos la receta en vídeo! ¡Estad atentos!
Echamos todos los ingredientes en un bol grande, excepto la mantequilla (de la cual solo añadiremos una pequeña parte), y mezclamos hasta que queden bien integrados. Después amasamos hasta conseguir una masa fina y homogénea. En este momento, , añadimos el resto de la mantequilla a temperatura ambiente y continuamos amasando hasta que la masa vuelva a su estado anterior.
Al incorporar la mantequilla, el amasado se hace difícil. Por ello, uno de los consejos que os damos es hacer reposos durante el amasado de 5 minutos para facilitar el mismo.
Una vez finalizado el amasado, hacemos una bola con nuestra masa, la metemos en un bol, la tapamos y dejamos que repose hasta que doble su volumen inicial.
A continuación, dividimos nuestra masa en 8 piezas iguales y formamos pequeñas barritas o panecillos, tal y como podemos ver en el vídeo.
Seguidamente, colocamos de forma separada nuestras 8 barritas en una bandeja con papel de horno. La separación de estas permitirá que cuando fermenten no se junten y se peguen.
Dejamos que nuestros panecillos reposen de nuevo hasta que vuelvan a doblar su volumen. Una vez transcurrido el tiempo de reposo, pintamos con huevo batido la superficie de las 8 piezas.
A continuación, con la ayuda de unas tijeras, hacemos uno o varios cortes sobre su superficie. Para evitar que las tijeras se peguen en las barritas, es aconsejable mojar la punta de estas en agua.
En último lugar, espolvoreamos un poco de azúcar en grano por la superficie de la zona cortada del brioche.
En el caso de que quieras darles un toque personal y único a tus brioches, este es el momento perfecto para hacerlo. Las pepitas de chocolate blanco o los azúcares de colores pueden quedar muy bien.
Posteriormente, con el horno previamente calentado a 200ºC, horneamos nuestros brioches a 170ºC hasta que adquieran un color dorado intenso. Una vez obtenido el color deseado, los retiramos del horno.
Ahora llega el momento más complicado de toda la receta… esperar a que nuestros brioches se enfríen. Una vez enfriados, es el momento de degustar el suculento manjar francés que te traemos hoy como receta. ¡Buen provecho!