A diferencia de otras pizzas, como podría ser la napolitana, la pizza siciliana tiene forma rectangular y una masa más gruesa y esponjosa, parecida a la de la focaccia.
Además de por su masa, la pizza siciliana también suele ser característica por prepararse con anchoas y queso pecorino. Unos ingredientes que le dotan de un peculiar e intenso sabor, irresistible para la mayoría de los paladares.
También llamada sfincione, sus orígenes se sitúan en Palermo. Por lo que, se trata de otro gran ejemplo de los manjares que nos regala la gastronomía italiana. En este caso, una sencillísima receta que tiene un resultado de lo más sabroso y espectacular. ¡No podéis quedaros sin probarla!
Además, para que veáis lo fácil que es esta receta de pizza siciliana, ¡os traemos la receta en vídeo! ¡Atentos!
En primer lugar, echamos en un bol la harina, la sal, la levadura fresca Levanova, que desmenuzaremos con los dedos, y el sobre de masa madre de trigo Levanova.
Seguidamente, vertemos lentamente el agua y el aceite y mezclamos hasta que todos los ingredientes queden bien integrados.
Amasamos sobre la encimera previamente enharinada hasta conseguir una masa fina y homogénea.
Dejamos reposar la masa dentro de un recipiente tapado con un paño de cocina hasta que doble su volumen.
Una vez que la masa haya reposado, enharinamos de nuevo la encimera y la estiramos con ayuda de un rodillo hasta formar un rectángulo.
A continuación, colocamos nuestra masa estirada sobre papel para hornear en la misma bandeja del horno. Vertemos un chorro de aceite de oliva por encima y seguimos estirando la masa hasta que cubra prácticamente toda la bandeja.
Tapamos de nuevo con un trapo de cocina y dejamos reposar entre 20 y 30 minutos.
Cuando la masa haya reposado, estará lista para que coloquemos sobre ella los ingredientes seleccionados.
Extendemos la salsa de tomate por toda la superficie, después, el queso curado o pecorino, las anchoas, los champiñones y, por último, el queso mozzarela. Además, de forma opcional se pueden añadir otros ingredientes como media cebolla troceada en juliana o algunas alcaparras, que le darán un toque aun más especial.
Una vez tengamos nuestra pizza lista para hornear, debemos dejarla reposar por última vez unos 15 minutos. En esta ocasión, sin taparla.
Mientras transcurre este tiempo, podemos aprovechar para ir precalentando el horno a 210ºC.
Para terminar, cuando haya pasado el último reposo, metemos la pizza dentro del horno, bajamos la temperatura a 190ºC y cocemos alrededor de 20 minutos. Como siempre, el tiempo depende mucho de cada horno, por lo que, es importante que estemos pendientes de nuestra pizza.
Una vez la saquemos, ¡estará lista para disfrutar!