Si buscáis un pan sabroso y que tenga un aroma irresistible, ¡habéis acertado con la receta! pues, el pan de aceitunas negras y tomillo tiene un sabor de lo más especial. Por ello, tanto si ya sois aficionados a hacer pan casero, como si no, os encantará meter las manos en la masa con esta receta de panecillos de aceitunas y tomillo. Además, ¡deja un olor espectacular en casa!
El pan de aceitunas, aunque se puede encontrar en multitud de países, como no podría ser de otro modo, es muy típico en la zona del mediterráneo. Existe una gran variedad de panes a los que le podemos añadir aceitunas, como la focaccia o la chapata. Además, también es común acompañarlos con especias como el orégano o, en este caso, el tomillo.
Estos panes de aceitunas negras y tomillo vienen muy bien para acompañar un aperitivo y son ideales para untar con queso.
¿Os han entrado ganas de probarlos? Pues, no dudéis meter las manos en la masa con esta fácil receta de pan de aceitunas negras y tomillo. Además, en este caso, lleva masa madre, para que tenga el más especial e intenso sabor. ¡Atentos!
En un bol grande, mezclamos todos los ingredientes excepto las aceitunas negras cortadas, que incorporaremos más adelante. Después, y dejamos reposar nuestra mezcla aproximadamente 5 minutos. Con ello, el amasado será más fácil.
Una vez finalizado este breve reposo, comenzamos a amasar. A la mitad de este proceso, añadiremos las aceitunas cortadas y continuaremos amasando de forma enérgica hasta que obtengamos una masa fina y homogénea.
Para facilitar aún más esta fase, es conveniente hacer un par de paradas intermedias y dejar reposar la masa 5 minutos para luego seguir amasando.
Metemos nuestra masa en un bol grande, la tapamos con un trapo de cocina y la dejamos reposar unos 30 minutos. Durante este tiempo, fermentará y aumentará su volumen significativamente.
Seguidamente, tras la fermentación, hay que dividir la masa. En total, podemos hacer unas 5 piezas de aproximadamente 200grs gramos cada una.
Después, y sin bolear, las dejamos reposar 10 minutos más.
Transcurrido este pequeño descanso, damos a nuestros panecillos forma redonda, aplastándoles un poco y los colocamos sobre papel para hornear en la bandeja del horno. Después, tapamos y dejamos reposar hasta que doblen su volumen.
En esta ocasión, necesitaremos que el horno esté muy caliente. Por ello, debemos precalentarlo a 200ºC durante 30 minutos. También colocaremos un recipiente metálico en la parte baja del mismo gracias al cual, en el siguiente paso, crearemos la humedad necesaria para una buena cocción.
En último lugar, es el momento de hornear. Para ello, por un lado, colocamos un par de hielos en el recipiente metálico que habíamos puesto en el horno y, por otro, realizamos cuatro cortes en la parte superior de las piezas justo antes de meterlas en el horno.
Seguidamente, bajamos la temperatura a 170ºC, esperamos unos 20 – 25 minutos y… ¡listo!
Una vez que nuestros panecillos se hayan enfriado, estarán listos para disfrutar como más nos apetezca.