La masa madre es un ingrediente utilizado en panificación para potenciar el sabor, el aroma y las características nutricionales de los panes. Recientemente, su uso ha experimentado un gran crecimiento gracias a todos los beneficios que aporta. Pero ¿sabemos realmente de qué está hecha la masa madre? Te explicamos los componentes fundamentales. ¡Vamos allá!
La masa madre está viva gracias a la actividad de dos tipos de microorganismos: las bacterias y las levaduras. Sí, has leído bien. La masa madre, en contra de lo que mucha gente piensa, contiene levaduras. Estos microorganismos trabajan juntos en un delicado equilibrio para que la masa desarrolle todo su potencial. Es por ello que, debemos ver la levadura y la masa madre como ingredientes sinérgicos, y no como competidores.
La levadura es un ser vivo unicelular perteneciente al reino de los hongos. No puede verse sin ayuda de un microscopio por lo que es un microorganismo. No puede crearse químicamente, es algo que está en la naturaleza. Hoy en día, la levadura se cultiva en modernas instalaciones, con todas las garantías de seguridad alimentaria, para que podamos encontrarla fácilmente en el supermercado. La levadura más común en la masa madre es Saccharomyces cerevisiae, que es exactamente la misma que conocemos como levadura de panadería. La levadura será la encargada de aportar al pan volumen, ligereza y un buen greñado.
Por su parte, las bacterias son igualmente importantes en la masa madre. Estas se encargan de producir ácido láctico y ácido acético que son los que aportan los sabores y las notas aromáticas más especiales. Sin embargo, estos ácidos no solo contribuyen al sabor característico de la masa madre, sino que también ayudan a conservar el pan, dándole una vida útil más larga.
La harina es el principal sustrato de la masa madre, proporcionando los nutrientes necesarios para que las levaduras y bacterias se alimenten y crezcan y marcando el perfil sensorial de la misma. Dependiendo de si la masa madre tiene una base de harina de trigo, de centeno o por ejemplo de espelta, tendremos unos u otros sabores y aromas.
El agua es uno de los ingredientes básicos y fundamentales de la masa madre. Al mezclar harina y agua, estamos generando un ambiente húmedo en el que las levaduras y las bacterias comenzarán a trabajar.
En resumen, la masa madre es un fermento vivo y complejo compuesto por agua, harina, levaduras y bacterias lácticas. Cada componente juega un papel crucial en la creación de un fermento equilibrado y activo que mejora el sabor, la textura y el valor nutricional del pan. Es por ello que, dada esta complejidad, en Levanova ponemos a tu disposición una masa madre lista para usar, hecha a partir de harina de trigo, y que encontrarás en la sección de refrigerados de algunos supermercados.
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