Para todos aquellos amantes del pan integral y, sobre todo, para todos a los que os encanta hacer pan en casa, os traemos una receta fácil de pan integral casero, ¡que seguro os encantará!
En este caso, os la traemos con nuestra masa madre Levanova, para que cuente con ese aroma, sabor y color especial. Así, con muy pocos ingredientes y una elaboración de lo más sencilla, tendréis un resultado espectacular.
Paso 1:
En primer lugar, mezclamos todos los ingredientes en un bol grande. Primero añadimos la harina, la sal y el sobre de masa madre Levanova y la levadura fresca Levanova. Seguidamente, añadimos lentamente el agua y mezclamos.
Paso 2:
Cuando los ingredientes estén bien integrados, amasamos hasta conseguir una masa fina y homogénea.
Para favorecer dicha homogeneización de la masa y facilitar el amasado final podemos dejarla reposar 10 minutos en medio del amasado. Además, también podemos ir espolvoreando poco a poco harina, que nos ayudará a ir manejando la masa.
Paso 3:
Una vez hayamos amasado, hacemos una bola con nuestra masa, la metemos en un bol, la tapamos con un trapo de cocina o film de plástico y la dejamos reposar durante una hora, hasta que doble su volumen.
Paso 4:
Sacamos nuestra masa del bol y la dividimos en dos. Formamos dos barrotes y los dejamos reposar otros 10 minutos en la misma encimera tapados con un trapo.
Paso 5:
Formamos con nuestros barrotes dos chuscos sin puntas y los colocamos encima de papel de horno sobre la bandeja en la que vamos a hornearlos. Volvemos a taparlos y los dejamos reposar 1 hora aproximadamente, hasta que doblen su tamaño de nuevo.
Paso 6:
Con el horno previamente calentado a 210ºC, hacemos un corte longitudinal en la superficie. Este paso también es importante, es lo que se llama “hacer las greñas”.
Pulverizamos bien la superficie de los panes con agua y los metemos en el horno a 185ºC durante al menos unos 35 minutos.
Si no podemos pulverizar los panes, para obtener el mismo resultado, podemos colocar en el horno algún recipiente con unos cubitos de hielo dentro. Lo ideal es colocarlo cerca del fondo y meterlo a la vez que el pan. Esto provocará que se genere vapor de agua que ayudará a conseguir unos panes bien desarrollados y con un color dorado y brillante.