Seguro que más de una vez os ha pasado que llegáis a la cocina y termináis preparando algo muy diferente a lo que teníais inicialmente en mente. No importa que tengamos clara la receta y los ingredientes. Simplemente, hay días en los que nos venimos muuuuuy arriba, experimentamos y acabamos haciendo nuestras mejores creaciones.
Y, son esas recetas que tienen el sello especial de aquel día en el que nos vinimos arriba las que después más nos gustan. Las que nos hacen sentir más orgullosos y las que más nos gusta compartir.
Eso es precisamente lo que nos ha pasado con esta receta de bollos de manteca all’arrabiata. Íbamos a hacer unos panes de hamburguesa, pero nos vinimos arriba y el resultado es una mezcla explosiva de sabores. Una receta que combina el picante de la guindilla con el dulce de la cebolla caramelizada y el toque aromático de la menta. Inicialmente os puede parecer una locura, pero os prometemos que la mezcla encaja a la perfección. ¿Os los imagináis? ¡Pues saben mejor!
Veniros arriba con esta receta de bollos de manteca all’arrabiata. ¡Atentos!
En primer lugar, mezclamos en un bol grande todos los ingredientes menos las guindillas y la cebolla caramelizada. Para ello, echamos el agua, añadimos la sal y la miel y movemos. Incorporamos el sobre de masa madre de trigo de Levanova y volvemos a mezclar. Seguidamente, desmenuzamos la levadura fresca Levanova con los dedos y volvemos a mezclar con ayuda de una cuchara.
Echamos la harina, la menta y la manteca y volvemos a mezclar.
Amasamos hasta tener una masa fina y homogénea. Para facilitar este proceso, dejamos un reposo intermedio de 5 minutos. Después, incorporamos la cebolla bien escurrida y las guindillas a la masa. Volvemos a amasar y, cuando estos ingredientes estén bien integrados, dejamos reposar de nuevo la masa durante unos 10 minutos tapada con un trapo de cocina o papel film.
Transcurrido este tiempo, amasamos de nuevo y dejamos otro reposo de 10 minutos más.
Formamos un barrote con nuestra masa y la dividimos en 8 piezas de más o menos el mismo tamaño. Las boleamos y las dejamos reposar tapadas otros 10 minutos.
Una vez finalizado este pequeño reposo, humedecemos la superficie con ayuda de una servilleta impregnada de agua y rebozamos con sésamo.
Colocamos nuestros bollos sobre una bandeja con papel de horno. Los tapamos y dejamos reposar de nuevo hasta que doblen su volumen.
Precalentamos el horno a 200ºC. Para que el resultado sea el mejor posible, necesitaremos generar vapor de agua durante la cocción. Por ello, cuando encendamos el horno, introduciremos un recipiente vacío en la parte inferior del mismo. Una vez precalentado, bajamos la temperatura a 180ºC y, en el momento en el que introduzcamos la bandeja con los bollitos, incluimos también unos hielos en el recipiente vacío.
Horneamos durante un tiempo aproximado de 16 minutos y, cuando observemos que la corteza esté dorada, ¡listo!
Una vez que los panes se hayan enfriado, estarán listos para convertirse en la mejor hamburguesa del mundo, en el mejor bocadillo o, simplemente, ¡en uno de los mejores panes que hayáis probado nunca! De verdad, estos bollos de manteca all’arrabiata os regalarán un recuerdo inolvidable en la cocina y en el paladar.
¡Vente arriba!