4 recetas para aprovechar el pan duro

Sí, a mucha gente nos pasa: el pan se queda duro y no sabemos qué hacer con él. ¿También te ha ocurrido esto alguna vez? No te preocupes porque tenemos varias opciones que darán solución a este problema.

Nosotros, por supuesto, siempre hemos apostado por reinventar aquellos alimentos que nos sobran y crear con ellos nuevos platos, porque lo de tirar la comida a la basura no nos va. Ahora, además, dada la situación que atravesamos, estamos pasando la mayor parte del tiempo en casa y esto nos está permitiendo dedicarle muchas horas a la cocina, a preparar recetas deliciosas y a relajarnos entre utensilios, recipientes y levadura. Pero, ¿también podemos hacer recetas con algo que damos normalmente por perdido como es el pan duro? ¡Pues claro que sí! Hoy, más que nunca, creemos que estos tips que vamos a darte son necesarios e imprescindibles, ya que nos permitirán ahorrar, no desperdiciar la comida y, además, seguro que en casa todos los agradecerán.

¿Quieres conocer todas esas delicias que puedes preparar si te sobra pan de días anteriores? ¡Toma nota de estas recetas para aprovechar el pan duro porque te van a encantar!

Pan rallado:

Siempre viene bien tener una bolsita de pan rallado en la despensa: espesar algunas salsas, para empanar unos filetes, para preparar unas croquetas… ¿Sabes cómo elaborarlo? Es tan sencillo como esperar a que el pan esté realmente duro. Una vez lo tengamos así, solamente tendremos que pasarlo por un robot de cocina y triturarlo.

Hay que tener en cuenta que cuanto más seco y duro esté, ¡más fino quedará el pan rallado! Un básico que nunca puede faltar.

Picatostes:

¿A quién no le gustan los picatostes, su crujido y su toque en una ensalada, una sopa o una crema? Son un complemento perfecto para este tipo de platos y su elaboración es muy sencilla. Solo tenemos que cortar en rebanadas el pan duro que tengamos en casa y, posteriormente, convertiremos las mismas en cuadraditos. En una sartén pondremos unas dos o tres cucharadas de aceite de oliva y pasaremos a freírlos a fuego medio, removiéndolos para ir salteándolos hasta que se doren. Si preferimos sazonarlos, podemos utilizar especias como ajo en polvo, perejil, pimienta… ¡Quedarán deliciosos! Una vez retiremos de la sartén, los pondremos en un plato con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite… ¡Y listos!

Migas:

Son un plato tradicional en nuestro país, ¡y las puedes combinar como más te gusten! Con panceta, chorizo… ¡Incluso con uvas! Para prepararlas, debes sofreír en una sartén con aceite de oliva unos ajos enteros y un poco machacados, un pimiento verde y otro rojo, cortados en daditos hasta pocharlos y una vez estén listos, añade chorizo y jamón en tacos. Por otro lado, humedece el pan duro con agua hasta que quede muy blando y cuando la carne y las verduras estén listas, desmenuza el pan en la misma sartén deshaciéndolo con las manos. Remueve de forma constante y con mucha paciencia hasta que el pan esté dorado y haya adquirido los sabores del sofrito. Una vez servido en el plato, añade unas uvas por encima, ¡el contraste de sabores es exquisito!

Torrijas:

 Para algunos, son un plato exclusivo de Semana Santa, para otros, la adoración por las mismas es tan grande, que pueden comerlas durante todo el año. ¿Cómo conseguir unas torrijas sabrosas y blanditas? Solo tenemos que cortar el pan duro en rebanadas, empapar las mismas en leche que habremos aromatizado primero con canela y limón. Después las pasaremos por otro plato donde tendremos huevo batido, y directas a la sartén con aceite bien caliente, las freiremos hasta que estén doraditas. Después, las dejaremos reposar en un plato con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite y las espolvoreamos con azúcar y canela, ¡irresistibles!

Ya no hay excusa, estos tips son la mejor opción para seguir con las manos en la masa y no desperdiciar ni una migaja.

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