En la gastronomía francesa, especialmente en la región de Alsacia, destaca la flammeküche, también conocida como tarte flambée. Se trata de una torta muy fina y crujiente que se puede servir con diferentes ingredientes salados. Este plato, sería como la versión francesa de la famosa pizza italiana. En la receta tradicional, a esta torta se le añadía nata líquida, bacon ahumado y cebolla, parecida a la conocida como “pizza carbonara”. En otras muchas ocasiones, además se incorporaba un cuarto ingrediente muy típico de esta zona de Alsacia, el queso Munster.
Para dar con los orígenes de este plato tenemos que echar la vista atrás, en concreto, remontarnos a la Francia del siglo XX. Esta especialidad gastronómica alsacina surgió ante la necesidad de los panaderos de la época de comprobar la temperatura adecuada a la que horneaban los panes. En un principio, se metía una fina capa de masa para dar con el momento perfecto en el que introducir los panes. Para evitar que se desperdiciasen, estas finas tortas se comían y, poco a poco, se empezó por costumbre a incorporar ingredientes para acompañarlo.
Para que puedas disfrutar en casa de esta famosa y deliciosa receta tradicional del norte de Francia, desde Levanova, te enseñamos a elaborarla:
Para empezar, en un bol grande añadiremos la harina, el agua, una pizca de sal, el azúcar y el aceite de oliva. Además, a esta mezcla, le vamos a sumar la levadura fresca y un sobre de masa madre Levanova y volvemos a mezclar.
Con los ingredientes bien mezclados, comenzamos a amasar sobre una superficie plana previamente enharinada. Una vez hayamos finalizado este proceso y todos los ingredientes se hayan integrado a la perfección, obtendremos como resultado una masa uniforme y esponjosa que dejaremos reposar durante 1 hora. Además, lo ideal es dejarla en un lugar alejado de las corrientes de aire.
Mientras transcurre la hora de reposo, podemos aprovechar para preparar los ingredientes que recubrirán nuestra masa por encima. Por un lado, en un cuenco no muy grande, mezclaremos la nata con la pimienta y una pizca de sal y, por otro lado, partiremos la cebolleta en finos aros y el bacon en taquitos.
Cuando el tiempo de reposo haya finalizado, tendremos una masa que habrá doblado su tamaño. Sobre una superficie enharinada, la estiraremos con ayuda de un rodillo hasta que quede especialmente fina. Es muy importante tener en cuenta que la particularidad de esta tarta flambeé es que es muy ligera y crujiente. Por lo que, para que cuente con este característico acabado, habremos de habernos esforzado en la fase del amasado.
Una vez hayamos estirado la masa, la dejaremos un segundo reposado de otros diez minutos y, posteriormente, si fuese preciso, volveremos a estirarla. Seguidamente, pondremos la masa sobre una bandeja de horno a la que previamente le habremos colocado un papel vegetal/de hornear, y la cubriremos con nuestra mezcla. Para decorarla, untaremos sobre la superficie de la masa la nata con la pimienta y añadiremos los daditos de bacon y las finas rodajas de cebolleta.
Para finalizar, hornearemos la masa con los componentes ya integrados. Precalentaremos el horno a 220º e introduciremos la masa en el horno durante aproximadamente 8 minutos.
Actualmente, esta tarta salada puede degustarse de sabores muy variados, desde Levanova hemos querido proporcionaros la receta de la Tarte Flambée original, pero en casa podéis jugar con diferentes ingredientes y dejar volar vuestra imaginación. El truco para poder disfrutar de una auténtica flammeküche está en la masa.
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