

Hay panes que saben a historia y tradición, y la Torta de Aranda es uno de ellos. Originaria de la localidad burgalesa de Aranda de Duero, este pan castellano destaca por su sencillez y por el inconfundible toque de aceite de oliva que lo convierte en único.
Crujiente en la superficie, tierno en su interior y con un aroma que llena la cocina, la Torta de Aranda es perfecta para acompañar platos principales, compartir en una comida familiar o disfrutar simplemente con un buen café.
Gracias a la levadura fresca Levanova y a nuestra masa madre lista para usar, podrás elaborarla en casa con resultados dignos de un obrador, pero de la forma más sencilla.
250 g harina panadera
10 g levadura fresca Levanova
1 sobre masa madre Levanova
105 g agua
4 g sal
12 g aceite de oliva
1️. Mezclar todos los ingredientes y empezar a amasar, dando un par de reposos intercalados de unos 10 min hasta conseguir una masa fina y homogénea.
2️. Dejar reposar 15 min.
3. Dividir en dos piezas iguales, bolear y dejar reposar otros 5 min.
3️. Aplastar con los dedos cada pieza formando una torta de 1 cm de grosor.
4️. Colocar en bandeja de horno con papel, tapar con un paño húmedo y fermentar hasta doblar el volumen.
5️. Precalentar el horno a 210ºC y cocer las tortas, previamente pintadas con aceite de oliva, a 180ºC hasta dorar.
6️. Enfriar sobre rejilla.

El resultado
Un pan aromático, tradicional y perfecto para compartir en cualquier ocasión. Cada bocado es un viaje a la esencia de la panadería castellana, con ese sabor auténtico que solo se consigue con ingredientes de calidad.
¿Te animas a preparar esta receta en casa y darle a tu cocina un aire de tradición?